Aunque el Tarot habla más en sus tiradas sobre lo que ocurre con la persona en el momento presente – es decir, las situaciones más importantes en el momento que se consulta y los sentimientos reales acerca de ellas – este conocimiento íntimo no es común en la mayoría de las personas. Nuestro juicio es ordinariamente nublado por las circunstancias de la vida que opacan una visión certera de dónde nos encontramos y hacia dónde vamos. Esto provoca incertidumbre general y hasta angustia acerca del futuro que se avecina.
El conocimiento que el Tarot aporta sobre lo que ocurre con nosotros en el presente permite ubicarnos en la realidad y mostrarnos nuestra verdadera voluntad con respecto a lo que ocurre en nuestras vidas. También nos da una visión más amplia sobre la repercusión de distintas situaciones en nuestra vida y la de los demás, lo cual va volviéndonos más pan-determinados – lo cual significa que aprendemos a tomar las mejores decisiones no sólo para nosotros sino para los demás, pues estamos todos conectados en este universo y es imposible tomar alguna acción o decisión que no afecte a los demás. Cuando estas acciones y decisiones se toman al estar nosotros mejores informados y con mayor entendimiento de los efectos que provocarán, esto contribuye a un mejor ambiente en general para toda la sociedad.
Así pues el Tarot contribuye al mejoramiento general y por ello debe considerarse una seria herramienta de vida.
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